Comentario
Para hinduistas, budistas y jainistas es importante la existencia de intermediarios entre el hombre y la divinidad, personajes dotados de carisma y cualidades sobrehumanas, para servirles de guía en el camino hacia la perfección espiritual. Estas personas o santones, llamados gurus, actúan como maestros, pudiendo ser también llamados swami o acharya. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellos.
Acharya es una palabra empleada para referirse al líder de un monasterio o una secta, o bien a un maestro que inicia a un discípulo. En ocasiones acharya es usado como sinónimo de guru o swami, términos más vagos que designan a un maestro religioso. Junto con los maestros, en el hinduismo existen miles de personajes relacionados con lo sagrado, como ascetas, mediums, hombres santos (sadhus), etc., que pueden ser seguidos por miles de devotos. Estos líderes carismáticos a menudo están a la cabeza de una secta separada, que sigue una tradición religiosa o filosófica particular. El liderazgo de una secta puede ser transmitido de un maestro a otro durante siglos, o bien, al surgir un nuevo líder carismático, ser creada una nueva secta escindida. Sankara (siglo IX), Ramanuja (siglo XI), Madhva (siglo XIII) o Chaitanya (siglo XVI) fueron los creadores de movimientos religiosos en los cuales el liderazgo ha sido transmitido de un maestro a otro a lo largo del tiempo.
Muchos jefes religiosos son seguidos con auténtica devoción por sus discípulos, pudiendo llegar a ser equiparados con la divinidad. En el mismo sentido, la entrada del adepto a la comunidad puede realizarse mediante diferentes ritos de iniciación, en los que se concede al neófito un nombre y un mantra personal para la meditación. Algunos líderes espirituales optan por llevar a cabo una vida ascética y célibe, siguiendo el ideal humano que propugnan las escrituras sánscritas tradicionales. Así, según éstas, los brahmanes varones de castas altas pasan por cuatro estadios -estudiante, cabeza de familia, habitante del bosque y asceta- en su camino hacia la pureza.